La imagen de Manuel Guerrero "Mocito" ya preside la sede rojilla.
Los Veteranos organizaron un acto de reconocimiento al que fuera presidente del Vejer Balompié, durante 26 años, y directivo “toda la vida”, y a quién se le acreditó como socio nº 1 de la asociación.
Un acto sencillo, tal como es Manuel Guerrero Moriano “Mocito”, organizado por la Asociación de Veteranos del Vejer Balompié, sirvió para agradecer, una vez más, su entrega y dedicación al club durante toda su existencia, en los 44 años de historia que ya atesora la entidad.
Ya el año pasado se organizó una cena homenaje en su honor, y ahora se ha querido continuar rindiéndole honores en la propia sede del Vejer Balompié-Asociación de Veteranos, lugar de encuentro oficial de las entidades rojillas.
El acto que contó con la presencia de la mayoría de los jugadores veteranos, también con la del Presidente del Club, Ramón Vallejo, y de varios miembros de su Junta Directiva, de su esposa y de varios amigos, tuvo varias fases. La primera parte, fue para hacer entrega de la nueva equipación de los Veteranos que, una vez más, patrocina el propio ex presidente, por voluntad propia, y como él expresa siempre, por afecto a quienes integran la asociación y por lo que viene a representar el equipo veterano del Vejer Balompié.
Posteriormente, se desarrolló el “inesperado” reconocimiento a Manuel Guerrero “Mocito”, que los veteranos quisieron tributarle, sin que para nada lo esperara ya que él sólo creía que el acto era para hacer entrega de la equipación, suponiéndole lo que tendría lugar a continuación una agradable y emotiva sorpresa, que le habían preparado los veteranos.
Y, así fue, esta segunda parte consistió en la entrega del carnet de socio nº 1 de la Asociación, que acredita a Manuel Guerrero “Mocito” como el primer socio de la asociación, tras el acuerdo que se adoptó en la asamblea de la asociación celebrada el pasado día 16 de noviembre, que le fuera entregado por el Presidente de la Asociación de Veteranos, Juan José Flor, y en el descubrimiento de una digna estampación en cerámica con su propia imagen, que desde ese momento preside la sede que comparten ambas entidades.
Como bien se refirió, este acto es un reconocimiento al fútbol, y a quién en Vejer ha ayudado a engrandecerlo y, con su esfuerzo, a lo largo de tantos años, bien como directivo, o como presidente, ha posibilitado que el club rojillo haya perdurado y sobrevivido hasta nuestros días.
Tras el acto de reconocimiento al "Mocito" todos degustamos un riquísimo arroz con carne preparado por Antonia, la esposa de nuestro compañero Germán, encargado del bar de la sede.